La tendencia del "'Pegging'".
- Kitty
- 8 ene 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 4 nov 2024

He estado investigando sobre las nuevas tendencias que nos deja el 2018 y que ahora en el 2019 toma mucho más auge, hablemos de un término muy sonado el “Pegging”. Pasare a explicarte primero que se entiende por “Pegging”. Esta práctica, cuyo nombre proviene del vocablo inglés peg y significa 'enclavijar', consiste en la penetración anal de la mujer al hombre mediante la utilización de un dildo. Las modalidades son variadas: o bien la mujer porta un arnés ajustado a la altura de sus caderas que sujeta el dildo con el que embiste (el ‘strap on’) o bien utiliza un dildo doble que penetra al mismo tiempo su vagina y el ano de su pareja sexual. Un juguete tradicionalmente asociado a las relaciones lésbicas que comienza a formar parte de cada vez más parejas heterosexuales.
La experimentación arrasando tabús.
Porque, hasta hace muy poquito, la cultura popular solía confundir las prácticas masculinas anales con la homosexualidad, como si disfrutar del ano fuese exclusivo de los gays. Una premisa absurda bajo la cual muchos hombres temían perder su heterosexualidad si sus novias les introducían un dedo en el culo y descubrían que disfrutaban con ello. Pero como explica la sexóloga y educadora sexual Ana Lombardía, "la orientación sexual no tiene nada que ver con qué partes de tu cuerpo te gusta jugar, experimentar y disfrutar, sino con qué personas son las que te atraen". Así que no, tu heterosexualidad no corre peligro si te entregas al pegging.
Este no es, sin embargo, el único prejuicio que ha conseguido desterrar esta práctica, también conocida como BOB o bend over boyfriend. La entrada de esta subversiva técnica en la vida sexual de las parejas heterosexuales prueba también que la rigidez de los roles sexuales es cosa del pasado. La masculinidad, esa rancia idea preconcebida de cómo debe ser y comportarse un 'macho', ha llevado tradicionalmente a los hombres a parapetarse en el papel de dominante sexual, incluso cuando sus fantasías pudieran ir en la dirección contraria. El pegging rompe con todo eso: es la mujer la que tiene el control, la que domina, la que marca el ritmo.
Los expertos consideran que este tipo de sexo habla de igualdad entre los sexos, dándole a la mujer también el papel activo dentro de una relación sexual. Si bien el hecho de utilizar un consolador con arnés es algo que se tiene incorporado en el caso de mujeres lesbianas, en este caso la propuesta es dentro de parejas heterosexuales.
Los hombres que lo han probado sostienen que es enormemente satisfactorio el hecho de que la mujer se encargue de estimularlo, acariciarlo, excitarlo y penetrarlo. Por su parte, a las mujeres que lo realizan les dispara la fantasía de ser ellas las que pueden penetrar al hombre. Desde el punto de vista del placer físico, los genitales de la mujer pueden recibir estimulación a partir de la base del consolador. O en su defecto pueden utilizar uno de doble final que puede efectuar la penetración vaginal. También puede usar un vibrador secundario para obtener placer en el pegging.
Por su parte, los hombres tienen un gran placer llegando al orgasmo y eyaculación debido a la estimulación de la próstata que es equivalente al punto G femenino, que se produce a través de la penetración anal. Los defensores de esta práctica consideran que creer que un hombre que hace esto con su mujer es gay, es totalmente falso. Ya que consideran que solamente se está buscando el placer a través de una relación heterosexual. Pero lo que sí se recomienda es hablar claramente entre los miembros de la pareja sobre esta práctica para que ninguno de los dos se sienta incómodo.
En los inicios del siglo XXI tanto la pornografía femenina como la masculina dedicó series especiales en donde se trata el peggin. Entre ellas se encuentran: “Babes Ballin Boys”; “Strap Attack”; “Chicks”; “Strap It On”; “Boss Bitches”, entre otras. Inclusive esta práctica fue defendida y publicitada por varias estrellas femeninas porno como Brittany Andrews, Monique Cóvet, Debi Diamante, Taylor Wane.
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